Sunday
Feb222015

Los Grandes Protagonistas de la Ceiba

Lauren Stephenson

Traducción: Laura Holcomb | Edición: Bernardo Argañaraz | English Version

La semana del día de acción de gracias, aproveché para viajar a mi querida República Dominicana. Fue una de esas decisiones de última hora. En cuanto se acercaba el día, me di cuenta de que tenía derecho a unos cuantos días de vacación, y venía trayendo esa isla caribeña en mente. Unos clics del ratoncito y una pasada virtual de la tarjeta de crédito resultaron en un pasaje de avión, destino a Santo Domingo.

Para mí, era especial el viaje porque sería la primera vez que iba a visitar la comunidad de La Ceiba con el fin de, simplemente...estar...saludar, tomar un cafecito, ponerme al día. Cuando me preguntaron a qué venía, les respondí: “de vacaciones pues.” Un semblante de sorpresa se registró en la cara y fue evidente la progresión de pensamientos: “te viniste sola. En tu tiempo libre. Sólo para vernos...¡qué chévere!”

Y a eso iba. Quería comunicarles a todos que, si bien Cucuyo sigue realizando su programa anual de actividades, no es el único motivo para ir a La Ceiba. Vamos porque estamos irremediablemente entrelazados con esta comunidad.

Suelo decir que tengo amistades dominicanas—lo cual es cierto—pero en conversaciones más íntimas, califico a La Ceiba de segundo hogar, un lugar familiar. Sé que, en varias circunstancias, podría dirigirme a esta comunidad y me acogería, sin preguntas. Cuando les visito, las vidas y rutinas se ajustan, porque eso es lo que se hace cuando llega la familia. Es maravilloso.

Y así, pasé varios días en este lugar del que me he enamorado. Me di el lujo de beber café, hacer visitas extendidas y recrearme con los niños bajo el flamante sol. El viaje, si bien breve, fue una bendición en varios aspectos: 

Me reinstauró el regocijo de tomar todo con calma, de hacer nada sino comer, beber, conversar y jugar. Es fácil enredarnos en esas tendencias y creencias habituales, de decir: “Estoy excedido de obligaciones”, en fin, uno hace de una pulga un elefante. Sin embargo, de todo lo que hacemos, estas cuatro acciones son las más cruciales, son las que más nutren el alma (y, por lo visto, estando en la República Dominicana, no tengo problema en absoluto dedicar todo mi tiempo a ellas, jajá).

La visita sirvió para ponerme al corriente de las noticias locales y preguntarle a la gente sus ideas para nuestro próximo programa y para el futuro de Cucuyo en general. Felizmente, aun contamos con una maravillosa red de apoyo comunitario y una base tan entusiasmada con el proyecto como nosotros.  El viaje fue también una oportunidad para asimilar algunas facetas de la cultura dominicana que no pude apreciar cuando estábamos en sesión, debido a las tareas de coordinación que tenía encima (por ejemplo, ¡son campeones de unos silencios extensísimos!)

Por último, conllevó a un mayor entendimiento (o quizás un buen recordatorio) acerca de lo que más amo, de lo que se mueve detrás de mi propósito existencial. Durante esos seis días, me acordé de cuánto quiero a los niños y que quiero que formen parte de la obra de mi vida. Pensé en el vaivén inevitable de las relaciones, en la repentina pérdida del niño que se convierte en joven adulto, y en  los profundos y variados despliegues de la vida. La experiencia me urgió a observar y escuchar, a prepararme para tomar acción cuando se manifiesta la receta perfecta de personas y oportunidades.

Regresé inspirada y aligerada, conforme con lo que traiga el porvenir. Ha sido un año agitado tras marcharme de Argentina y volver a los Estados Unidos: trabajo, lugar, amistades, y contexto, todos nuevos. Menuda sorpresa que irme a donde yace una parte de mi alma traería un poco de alivio.

Y ahora, pasamos a lo entretenido, historias y fotos:

Días Escolares.

Visité la secundaria donde mi amigo Orlando imparte clases y donde, hace un año, el personal de Cucuyo colaboró con algunos alumnos y docentes.  Fue alumbrante ver una escuela pública y conocer en breve a los alumnos y la administración. Fue interesante la dinámica entre los profesores y alumnos. La relación alumno-docente parecía más cariñosa e informal que lo que sucede en estados unidos, aunque quedó claro que hay un profundo respeto para los profesores. El sistema escolar estadounidense podría aprender de semejante ambiente (aunque por otro lado la escuela comparte un espeluznante similitud con nuestras escuelas urbanas: altas vallas protectoras decoradas con alambre de púas).

Estos jóvenes conmemoraban el día mundial contra la violencia de género con un desfile centrado en las hermanas Mirabal, tres mujeres que se atrevieron a oponerse a la dictadura de Trujillo y, como consecuencia, fueron asesinadas. Toda la escuela se unió al desfile, portando pancartas, tocando música, y cantando lemas contra la violencia mientras deambulaban por las calles de la comunidad de Los Arroces.

⟡ 

 

Tía Niní.

Esta mujer... Estoy acostumbrada a quedarme con Orlando cuando visito La Ceiba, pero como él estuvo con muchos compromisos en esta ocasión, me quedé en la casa contigua, la de su tía, la maravillosa Niní.

Niní es un ser potente. Es una mujer fuerte del campo que lleva la mayor parte de su vida en La Ceiba. Es viuda y ha vivido sola durante años, cuidando su huerto y sus animales y chismeando con sus vecinos. 

Niní me trata tan bien que hasta me da vergüenza. Me deja dormir hasta una hora obscena, (o por lo menos hasta que la bulla de siempre me sacude del sueño), y pone el agua a hervir en cuanto le llega los primeras agitaciones provenientes de mi habitación. Conoce a fondo mis preferencias alimenticias y el amor que le tengo a su berenjena a la Niní.

Niní tiene una manera de hablar que, a ratos, dificulta la comprensión. En el pasado, solía reírme o asentir con la cabeza en momentos aparentemente apropiados, sin dedicarme a verdaderamente escuchar. Pero, esta vez, me puse a escuchar y el resultado fue éxtasis total. Con cada día, poco a poco, el porcentaje de comprensión exitosa incrementaba. Recuerdo que pasó un momento en que le clavé los ojos encima e intenté capturar todas sus palabras. Fue como intentar ver hasta el fondo de su alma.  Y por fin salió. Niní es una narradora dotada, sabe, como pocos otros que he conocido, aprovechar de las pausas y variar su volumen para engancharte. 

Historias de Niní (contadas o presenciadas):

Niní tiene un gato llamado Sunika y una cotorra denominada Candy Jr. Ellos conforman su familia. (Recién le eché a la olla una chihuahua que llama de Lassie, suceso que me alegra como ningún otro en la vida.) Ella me contó que si sigue dormida más de lo habitual, Sunika le despierta en la mañana con unos miaus, de vez en cuando, juntando dos paticas sobre la cama en forma de reza, como saludando. Candy Jr. es ya famoso en la comunidad, infame por sus chillidos increíblemente fuertes que hacen recordar la alarma de seguridad de un carro. Una vez, cuando Niní fue a visitarle a su hija en Constanza, a un par de horas de donde vive, Niní lo llevó a Candy Jr. en jaula sobre las rodillas, subiendo la montaña en guagua, en compañía de 12 más.  Pero dejarlo atrás a Candy Jr. fue una imposibilidad. 

Cuando estuvo casada Niní, siempre se aseguraba de tener preparada la comida para cuando llegaba su esposo. Porque eso es lo que los hombres prefieren. No les agrada tener que preguntarse dónde están sus esposas cuando llegan a la casa (tomen nota, damas).

Niní y Yuleika, hermana de Rubia, son amigas de la niñez (Son las que salen en la primera foto). Tuvo la suerte de escuchar a media escondidas una sesión de chisme entre las amigas, y Niní me dice que puede aparecer Yuleika hasta tres veces al día.

 

Comiiiiiiida.

Me encanta la comida dominicana, y a la gente le encanta servírmela a montones. Tenemos la bandera Dominicana: carne, arroz y habichuelas con ensalada. Está la soberbia combinación de yuca, huevo frito, cebolla refrita con vinagre y aguacate. De ahí, tenemos el moro (arroz y habichuelas negras refritos juntos), el concón (el codiciado arroz tostado que se raspa del fondo de la olla. Los espaguetis, el mangú (plátano majado con ajo y mantequilla), el asopa'o (guiso viscoso de arroz y pollo, uno de mis preferidos), y, claro, los tostones (plátanos que se fríen, se aplastan, y se vuelven a freír.) Daría la vida por los tostones.

No pude pasar mucho tiempo con Rubia en esta ocasión. Ella es otra de esas mujeres que tanto quiero, pero conseguí una abreviada clase culinaria con ella una tarde: espaguetis. La Rubia me alimenta con amor por medio de la comida (y, de repente, un whiskey), y agradecida, siempre accedo.

 

Fábrica de Dulces. 

La hija de Niní, Iris tiene su casa al frente de la casa de su madre. Iris es una mujer tierna, amable, madre de tres niños fantásticos (Edideison, Ñaña y Lidia). Fue Iris quien ideó la fabrica de dulces. Antes tenía una panadería, pero no salió, y impertérrita, optó por los dulces en su próximo emprendimiento.

Iris ha gozado de mucho éxito, y puede que sea la única mujer emprendedora en toda la comunidad (aparte de las que gestionan los colmados junto con sus esposos). El marido de Iris ayuda cuando puede, pero tiene también su propio trabajo como chofer de guagua.

Todos los días, Iris y unos pocos empleados fabrican los distintos sabores, vertiendo el espeso líquido meloso en sus moldes, luego prensando y embalsando el producto para venderlo en paradas a lo largo de la carretera. Los dulces son a base de leche, mezclados con varios gustos: coco, naranja, maní, guayaba. Son para chuparse los dedos. Toda la familia colabora en la fabricación de los dulces. Me encanta que los niños cuentan con el ejemplo de una madre fuerte y lista que maniobra todo con paciencia y elegancia.

 

Rossy.

Rossy Esther es una mujer valiente. Hace un año y medio, una chispa eléctrica descarriada arrasó con la casa familiar. Los seis Adames sobrevivieron, pero perdieron todo lo material. Perdieron todos sus recuerdos y fotos, estas últimas particularmente apreciadas en la RD porque su impresión es cara y las maquinas fotográficas escasas.

Rossy, por tanto, se fue a trabajar en un centro turístico en Puerto Plata a ocho horas en autobús de donde reside su muy unida familia y de donde ella ha vivido los 18 años de su vida. Le resultó difícil estar alejada de su familia y tener que sacarse adelante en un lugar extraño, en compañía de varios jóvenes más que también viven separados de sus familias.

No obstante, Rossy prosperó. Había querido estudiar el turismo y mejorar su nivel de inglés, así que el oficio de mesera cuadró con estos objetivos. Ella encantó y amablemente atendió a muchos turistas, y Rossy se dio cuenta de que en el turismo, había encontrado la profesión soñada.

Unos días antes de salir para la RD, le mandé un mensaje de texto para avisar que iba a la isla. “¿Cuándo?” me preguntó. Le contesté con las fechas. “Tengo 3 días de vacaciones en esas fechas,” me dice.

“Vaya, qué casualidad oportuna, ¡me muero de ganas de verte!” le respondí.

Cuando Rossy llegó, nos juntamos en una panadería chic de la zona. Fue un verdadero gusto verla. me contó de su vida en el centro turístico y que le estaba gustando su papel de atender y cuidar. También confió un sueño que tenía: seguir con el trabajo teatral que Orlando había iniciado en La Ceiba y interpretar obras con actores de todo el mundo.

Me reveló que había pedido tres días de vacaciones en el mismo instante en que le escribí. No fue, pues, tanta casualidad.

Me maravillé ante la mujer confiada, madura en que se había convertido. Tenía 19 años. Cuando la conocí era una quinceañera machoncita con tendencia a la fanfarronería y muy pegada a nuestros docentes. La Rossy que conocí y la Rossy actual estaban a años luz de distancia.  Fue evidente que la separación de su familia, le dio la oportunidad de estirarse y descubrir su esencia.

Mientras compartimos un café, me regocijé. Nuestra amistad había entrado en nuevas tierras—éramos dos adultos compartiendo, evolucionando y soñando juntas-.  Espero con ansiedad tomar varios otros cafés con Rossy.

 

 Los Locos de la Ceiba.

Existe una nébula muy ajustada de maravillas en La Ceiba, oportunamente ubicada justo al frente del centro comunitario, y al centro está la familia Rosario. Son tres hermanos: Elisangel, Bladimir y Andrys y su prima, Milenia. Durante los últimos 5 años les he seguido, y han salido siendo individuos fantásticos. Nos prestan sonrisas, servicio de guardaespaldas durante vueltas nocturnas y diversión inagotable. Elisangel estuvo entre mis primeros alumnos, un artista tímido que me hizo un dibujo que conservo hasta la fecha.

Marinel es otro personaje dentro de este gran grupo. Una mujer joven y amable, vive al lado con su abuela, hermanita Mariely (un corazón de verdad y también reinita de belleza) y su madre, Mari, una jueza a quien le hemos puesto cariñosamente la Oprah dominicana (si la conocieras, entenderías en seguida). Una tarde la acompañamos a su clase de inglés (su inglés se ha puesto excelentísimo en estos días), y luego pasamos un rato en su galería. Marinel se tituló en derecho el año pasado y ahora ejerce en Bonao. Ella es confiada, bella, el paquetazo total.

Una tarde, los muchachos—Elisangel, Bladi y sus primos Robertico y Niño—tenía previsto un partido de básquet. Planteé la idea ante Milenia de apoyar a los nuestros con unas pancartas y las hicimos. Milenia gritó con todas su corazoncito—en pleno desahogo adolescente amoroso—y los primitos Frandy y Aneurys también se unieron a nuestro modesto grupo de animadores. Frandy es un niño excelente que tiene la voz de señor de 78 años que lleva toda una vida fumando cigarrillos. Aneurys, primo de los tres hermanos, es también un diamante. Fue divino conocerlo mejor a pesar de su timidez.

Bebimos cervezas, comimos empanadas fritas, y nos embobamos durante horas. Algunos de mis recuerdos más preciosos tienen su sede en ese club y esa cancha. Fue estupendo pasar otra tarde con mis locos. Estos momentos siempre quedan como un hito precioso dentro de la cronología de mi vida. 

 

Niños, Niños y Más Niños. 

¡Qué cantidad de jugueteo en este viaje! No hay nada mejor que la diversión sin agenda. Les prometía vez tras vez a Andrys, Aneurys y Frandy un partido de básquet, hasta que, por fin, una mañana, me despegué de las sábanas y jugamos antes de que partieran para la escuela.

Hacía un calor infernal, pero nos la pasamos como reyes y reinas. Corrimos de un lado para el otro hasta que se me revoloteó el estomago y ya no pude más. Nos sentamos bajo la sombra y compartimos agua de mi termo. Estoy muy agradecida de haber podido pasar ese momento con esos tres.

En esta foto, ya es momento de despedirme y se nota en la cara de Andrys. Es incapaz de esconder sus emociones y espero que retenga esa calidad para siempre. Aneurys está a mi derecha. Antes de irme, me dio un fuerte apretón. Espero verle de nuevo pronto.

 

Orlando.

Son pocas las personas a que calificaría de inmediato como un privilegio de conocer, pero José Orlando Muños es uno de ellas. Siento que soy mejor como persona por meramente tenerlo como parte de mi vida. Orlando es el eje central de Cucuyo del lado dominicano: consta de que se formen los lazos comunitarios más cruciales, nos deletrea con EXACTITUD los varios nombres y apellidos de los niños para que aparezcan bien en los certificados de participación, y nos ata todos los cabos sueltos. La verdad, ya no fabrican gente de su calidad.

Orlando estuvo ocupado en esta ocasión. Su hija, Lidianny estaba enferma y también estaba comprometido con ensayos para una obra teatral en Bonao. Pero rescatamos unos ratitos por ahí para ponernos al día y pude asistir a uno de sus ensayos. Es un actor y cantante increíblemente dotado. 

A fin de cuentas, Orlando y yo nos podemos reír y relajar en cualquier contexto. Es una persona excelente y es un honor tenerlo como amigo.

 

Chau, hermosa isla, hasta la próxima.

Saturday
Jan242015

La Ceiba's Beloved Protagonists: Stories from a Cucuyo Director

The week of Thanksgiving I took a trip down to my beloved Dominican Republic. It was a last-minute decision; as the holiday inched closer, I realized I had some vacation time to use–and that part of the world had been on my brain lately. So one week, a few clicks, and a virtual credit card swipe later, I had a ticket to the island.

This trip was interesting because it was the first time I had visited the community, La Ceiba, simply to… be there. Say hello, drink coffee, catch up. When people asked me why I had come, I responded, “I’m on vacation.” An expression of surprise would cross their faces, and I could see the progression of thoughts: “Oh. You came alone. On your free time. Huh. You’re here just to see us… Cool!”

And that was the whole point. I wanted everyone to know that, while Cucuyo is still running a program each year, that’s not the only reason we visit La Ceiba. We come because we are invested in the community.

I often say that I have friends in the Dominican Republic–which is true–but in closer conversations, I describe La Ceiba as a second home, a place of family. I know that I could go there under a variety of circumstances and be taken in, no questions asked...

Read on deep down into the love on Lauren's extraordinary blog, La Alta.

Thursday
Sep192013

Misadventures in the Sugarcane & the Ladies Play Bball

Program Summary

This summer’s program, Spanish on Stage, was designed to spotlight the Spanish language, specifically Dominican Spanish and its cultural underpinnings, through the use of theatre. However, because we were not able to round up a cohort of American youth that would have counter-balanced such an exploration, the stage morphed into a tool to highlight social injustice, specifically that of the mistreatment of Haitians, with the staging of Luís Pie by Dominican author Juan Bosch. Additionally, under the direction of Orlando Muñoz, the young actors continued to hone their theatre skills as many were repeat theatre offenders, in the most positive sense.

Many of La Ceiba’s youth were exposed to theatre for the first time during Kyle Waites’ theatre skills and games workshop in 2010. The interaction sparked the formation of a community theatre group led by Cucuyo Director Orlando Muñoz. The group staged an outrageous production of Se vende una burra upon Cucuyo’s return in 2011. And it seems to be catching on. An additional workshop was added into the schedule due to demand from youth who were interested in acquiring theatre know-how but not quite prepared for a full-length production.

While Orlando’s home was filled with the sounds of farm animals, moaning Haitians, and gossipy nail salon clientele, just down the gravel road, the pounding of basketballs against a steamy concrete court. Cucuyo had never contemplated sports as an extension of the arts until the community leadership, in 2012, expressed a definite interest in basketball. The court at the Juan Pablo Duarte community center may get more use than the center itself as young men, scrounging up a ball, consistently close their day with a couple of hours of pick-up bball. The love and dedication to the game was definitely present, but none of the kids have ever had access to formal coaching.

Enter Fred Raphael, teacher and coach at the International School in Brooklyn, New York. Learning names and language with astonishing speed and easily adapting to pretty much any situation under the hot hot sun, Fred was a veritable MVP this year. Fred led five workshops per day, from 10am to 7pm, for players aged 6 to 25, even opening a space for female participation in an all girls workshop. The workshop culminated in final tournaments for each group complete with prizes and cornflakes. 

Meanwhile, in the background, we were fortunate enough to once again count on the presence of Buenos Aires resident and ESL-certified instructor, Lauren Stephenson for a twice-daily English language workshop. When Cucuyo launched in 2010, teaching English was not in the plans. However, in light of the community’s persistent interest, Lauren deftly stepped up to the whiteboard and has been doing it ever since. Interest and participation remains high—a reflection of Lauren’s engaging teaching abilities and her all around lovability. This year, students presented a mock cooking show in English during Cucuyo’s final exhibition. All the English speakers learned how to make chicken and rice or pizza a la dominicana!

All of this great stuff was lovingly documented by Bianca Bidiuc’s keen photographer’s eye in between her duties as a workshop interpreter. For those interested in seeing the program brought to life, visit the gallery or Cucuyo Arts on Facebook. Bianca’s photos give staff and participants the perspective necessary for understanding that our humble summer program is more magical than we can take in while we’re up next to it.

Program Goals & Key Outcomes

Open up parameters for participation

  • Participation of over 80 youth aged 6 to 25
  • Many female participants engaged in sports for the first time 

Ensure that each participant walks away with concrete skills

  • Beginner’s theatre participants wrote and staged their own sketches
  • Advanced theatre group prepared for a full length production of Luís Pie in just two weeks
  • Fred introduced the concept of the lay-up and worked on defense and ball handling skills daily, while creating a culture of teamwork

Create a fun experience for the participants

  • Continued demand and consistent participation in English workshops year after year evidence fun, engaging environment
  • Basketball class size grew daily in 4 of the 5 age groups
  • Players arrived early to practice and were very enthusiastic regarding the final tournament
  • Staff bought treats to celebrate all tournament participants

Provide thorough language support for staff

  • An interpreter was present full-time to instructor during workshops
  • Spanish language classes were not given due to instructor’s heavy workload

Honest documentation of the program

  • Bianca shot candid photos and video throughout the program
  • Production of post program report

Encourage continuity by inviting youth to be leaders and create their own summer programs

  • Key community members were informed of changes in staff’s lives and that Cucuyo’s funds are exhausted which raises question marks for future programming in the community
  • Director Orlando Muñoz plans to follow the basketball participants with continued coaching and the creation of a community team 

Conclusions & Future Intentions

Despite the staff’s multiple new family and professional commitments and a bank account that now sits at zero, we recognize that the Cucuyo program continues to serve a purpose and add value to the lives of those involved. Because of this, we are not willing to close our doors and walk away.

This summer, La Ceiba’s youth expressed great ideas for future workshops—urban dance, computer maintenance and repair, baseball. At the same time, high school teachers in the US have expressed interest in traveling to the DR with a group of their students. At a minimum, Cucuyo is well positioned to consult with and facilitate such experiences for these groups and, in turn, continue to bring unique opportunities for arts, exchange and growth for the youth of Bonao.

In this way, Cucuyo does indeed sacrifice autonomy but it alleviates the funding and many of the time constraint issues that are currently standing between us and continued programming. Another option would be for the director and or staff to privately fund the program through their own salary and soliciting material and cash donations from family and friends as we did this year. Though not necessarily a sustainable option, it is a viable option as we watch to see where Cucuyo is headed. 

Monday
Mar182013

Solicitud de beca cucuyo para curso de arte o idioma

Foto por Bianca BidiucEn 2013, Cucuyo se vio con la posibilidad de ofrecerles a los participantes del programa una beca de RD$4000 que se puede aplicar al coste de un curso de arte o idioma. Esta beca es únicamente para el año 2013. La fecha final para solicitar es el primero de junio de 2013. Cucuyo les becará a sólo dos solicitantes.

Por favor, contesta las siguientes preguntas en detalle.

1. Describa en qué y dónde utilizarás el dinero de la beca.

2. Esta beca requiere que el/la becado/a contribuya de alguna forma a las metas de Cucuyo u otra ONG dominicana. Por favor, describe el evento, clase, o acto de servicio que llevarías a cabo y la ONG que beneficiaría de ello.

Manda tus repuestas a moreplease@cucuyo.org.

Wednesday
Dec122012

B-Ball Y'all Part II: Cucuyo FINDS coach for 2013

Coach Fred RaphaelCucuyo is thrilled to have Coach Raphael lead our 2013 ¡Básquet! workshop for several different age groups, which will culminate in a final tournament at the end of hard-earned weeks of practice.

Fred Raphael has been coaching basketball in New York City for eight years at the high school and middle school level in addition to time dedicated in camp settings for all ages. It's the Art of the game he loves and developing the values that the game gives us back: hard-work, sportsmanship and fun. Welcome Fred!

 

Fuente: Elisangel Rosario¡Cucuyo está encantado de presentar al entrenador Rafael, director de nuestro curso de Básquet 2013 que consiste en varios talleres aptos para toda edad. Luego de semanas de esfuerzo fulminante, los talleres culminarán en un torneo final.

Fred Raphael lleva ya ocho años como entrenador de baloncesto en la ciudad de Nueva York además del tiempo dedicado en varios campamentos veranales para jóvenes de toda edad. Es el Arte del deporte que procura compartir junto con el desarrollo de los valores--empeño, deportividad, y diversión--que el juego nos devuelve en el camino. ¡Bienvenido Fred!